No hay nada mejor que tener a mano un snack saludable que puedas llevar a todas partes para mantener tu energía durante el día. ¿Estás buscando un snack que te acompañe en desayunos, meriendas y picoteos entre horas? La granola casera puede ser la solución, a partir de una receta que podrás personalizar al gusto de toda la familia y que será ideal para acompañar cualquier pausa en el trabajo.
Elige los ingredientes naturales
Para preparar granola suele utilizarse una base de ingredientes como los copos de trigo o los copos de avena. A esta base se añaden frutos secos, así que tan solo tendrás que elegir tus preferidos entre las variedades de primera calidad que encontrarás en la Sirena: almendras, avellanas, nueces, piñones, etc.
Ahora, escoge las semillas que acompañarán a tus cereales: sésamo, pipas de calabaza o de girasol, amaranto o chía son solo algunos ejemplos de los ingredientes repletos de nutrientes que puedes añadir a tu granola.
También hay sitio en este snack para la fruta deshidratada como las pasas, el coco, los arándanos, el plátano o el mango. Y por último, para amalgamar un todos los ingredientes que hayas escogido, utiliza miel, sirope de agave o sirope de arce, así como aceite de coco o aquella variedad que prefieras. ¡No olvides añadir extracto de vainilla (o canela en polvo) y dos cucharadas de agua a la mezcla!
Granola casera: ¡lista en sólo media hora!
Empieza mezclando en un bol todos los ingredientes excepto los líquidos y el extracto de vainilla. Puedes triturar los frutos secos o dejarlos enteros, como más te gusten. Asimismo, ten en cuenta que algunas frutas deshidratadas ya están muy secas, así que es mejor reservarlas para añadir más tarde.
Por otro lado, calienta todos los ingredientes líquidos en un cazo, añadiendo la vainilla, y deja que todos los ingredientes se mezclen, teniendo en cuenta que no debe llegar a hervir. Cuando el aceite de coco se haya derretido junto a los demás ingredientes, ya podrás verter esta mezcla en el bol de los ingredientes secos y mezclarlo todo con una cuchara.
Con el horno precalentado a 160 grados, coloca la granola en una bandeja sobre papel para hornear durante unos 25 minutos. Pasado este tiempo, saca la bandeja para dar la vuelta a la granola y vuelve a introducirla en el horno. Y antes de que pasen otros 25 minutos, añade la fruta deshidratada, en el caso de que la hayas reservado para más tarde. Después solo tendrás que sacarla del horno y dejar que se enfríe completamente antes de guardarla en un recipiente hermético.
Podrás conservarla durante unos 15 días… ¡aunque seguramente se acabará antes!