La alcachofa es una planta de origen mediterráneo emparentada con el cardo. Se le atribuyen diversas propiedades medicinales, pero es muy conocida por ser fuente de hidratos de carbono y de vitaminas como ingrediente de sabrosos platos. Su origen es probablemente africano, pero su cultivo actualmente está extendido por todo el mundo, principalmente Europa y América.
Una alcachofa en el Olimpo de los dioses
La planta de la alcachofa podría tener su origen en Egipto, desde donde se extendió a otras civilizaciones del Mediterráneo, como la romana y la griega. Los griegos le atribuyeron propiedades afrodisíacas bajo el nombre de Cynara.
El mismo nombre que el de una joven a la que, según la mitología, Zeus sedujo y que, como muchas de las mujeres a las que el dios enamoró o simplemente raptó, acabó convertida en un animal o una planta. Cynara fue convertida en una alcachofera y su nombre griego identificó a la planta, y así es conocida actualmente en el ámbito científico.
De remedio medicinal a ingrediente gastronómico
En el ámbito medicinal es reconocida por sus principios activos, presentes principalmente en las hojas. Entre sus propiedades se cuentan las antidiabéticas, diuréticas, depurativas, hepatoprotectoras, así como ayuda para eliminar la urea, reducir el colesterol o tratar la dispepsia.
Sin duda alguna, estas propiedades condujeron a la creación de la famosa dieta de la alcachofa, en la que la hortaliza se convierte en la protagonista de un régimen alimenticio que tiene el objetivo de perder peso.
Pero la alcachofa es mucho más que una hortaliza sana y saludable, es también sabrosa.
La alcachofa, cocinada con y sin hojas
Como la mayoría de plantas cultivadas por el hombre, además de en fuente de remedios para la salud la alcachofa también se convirtió en parte de la dieta cocinada de diferentes maneras.
Con todas sus hojas exteriores, a la brasa, como acompañamiento de carnes, en un ritual que va eliminando capa a capa hasta encontrar las más tiernas. Desprovista previamente de las hojas, se puede tomar cocida en su propio caldo. Y también se prepara en conserva, solo los corazones, seguramente una referencia a las pretensiones de Zeus sobre la Cynara mitológica.
Ingrediente en el plato, aperitivo en la copa
Sin duda alguna, Italia es uno de los países donde la alcachofa ha adquirido una mayor relevancia. Es el mayor productor mundial de esta hortaliza.
Y desde Italia la alcachofa también se ha erigido en protagonista de los momentos de aperitivo de medio mundo, gracias a una bebida de origen italiano que tomó el nombre latino de la planta como marca. Elaborada a base de alcachofa, rivalizó con los vermuts y otras bebidas similares en las terrazas de bar.
España, productor de alcachofa de primer orden
En España se cultivan diferentes variedades de alcachofa. La más extendida es la llamada Blanca de Tudela, que tiene sus zonas de cultivo más importantes en La Rioja, Navarra y la huerta murciana, con una Indicación Geográfica Protegida en el área navarra que le da nombre. También destaca la IGP Alcachofa Prat, en el área del Delta del Llobregat, junto a Barcelona.
La colonización por los europeos de diferentes países de América, África, Asia y Oceanía hizo que, como muchas otras plantas comestibles, las alcachoferas irrumpieran en paisajes hasta entonces poblados por especies autóctonas.
En California se convirtió en una plaga pero ahora todos se rinden a sus pies, incluso con la coronación anual de una Reina, cuya primera nominada fue Marilyn Monroe. Si quieres saber más sobre la alcachofa, suscríbete a nuestra newsletter y recibirás noticias como ésta en tu correo.