El brócoli o brécol es una de las verduras más presentes en la dieta mediterránea. Sus propiedades y la posibilidad de prepararlo de forma sencilla hacen que muchas familias lo incluyan en su alimentación diaria. El brócoli pertenece a la familia de las crucíferas y su recolecta comienza con la llegada del frío, en el mes de octubre, y finaliza en junio. ¡Y se trata de un superalimento!
Los beneficios del brócoli y sus posibilidades
El brócoli aporta un gran número de propiedades beneficiosas para el organismo: fibra, minerales y vitaminas. Se trata de un alimento especialmente poderoso a la hora de prevenir enfermedades graves. Regula los niveles de colesterol en sangre y disminuye la presión sanguínea, protegiendo al corazón y evitando la aparición de enfermedades cardiovasculares. Del mismo modo, contiene antioxidantes y antiinflamatorios que ayudan a prevenir el cáncer. Además, ¡su alto contenido en fibra impulsa el buen funcionamiento del sistema digestivo!
El brócoli también contiene vitaminas y betacarotenos, que protegen al organismo de infecciones. De forma más superficial, su contenido en carotenoides protege la salud ocular, mejora la regeneración celular y la cicatrización de la piel.
El consumo de brócoli es especialmente beneficioso durante el embarazo y durante los primeros años de vida de las personas. Al igual que cualquier otro superalimento, nutre al organismo de forma muy positiva, y en combinación con otras verduras, fruta, lácteos, carne y pescado, da lugar a una alimentación sana y equilibrada para el día a día.
Existen muchas formas de consumir el brócoli. Lo más común es presentarlo como un primer plato o como acompañamiento en un segundo plato, junto con una pieza de carne o pescado. El brócoli es un vegetal que se puede consumir crudo, hervido, al horno… También se puede incluir en caldos o guisos, o preparar gratinado, frito o salteado. Lo más saludable es tomarlo crudo, al vapor o al horno, ya que de esta forma el vegetal pierde menos propiedades.
Una idea sencilla para prepararlo es hornearlo con un poco de aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta molida. De esta forma, el vegetal quedará más sabroso y será un perfecto acompañamiento.
También se puede servir hervido con una salsa al gusto; es muy común acompañarlo de una salsa de queso o bechamel, que puede comprarse directamente preparada o cocinarse de forma casera. Si el objetivo es elaborar un plato principal, más consistente, pueden acompañarse algunas piezas de brócoli con pollo o pasta, de nuevo acompañando la mezcla con una salsa casera.
Las verduras congeladas son una pieza clave en la nutrición de las personas, y con el objetivo de fomentar su consumo y concienciar a la sociedad sobre la necesidad de incorporar estos alimentos en la dieta diaria como hábito de vida saludable, la Asociación Española de Fabricantes de Vegetales Congelados, ASEVEC, tiene en marcha un espacio en Internet, que permite conocer con profundidad y rigor el mundo de las verduras ultra congeladas. En la página web se ver desde el proceso de fabricación de las verduras congeladas, las zonas españolas donde se recogen las diferentes variedades, consejos de salud y hasta su mejor tratamiento y uso en la cocina para elaborar deliciosos platos.