La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y, además, cumple dos funciones muy importantes. La primera, protegernos de la invasión de sustancias extrañas, y la segunda, ayudarnos a eliminar las toxinas. Sin embargo, el verano no es la mejor época del año para la piel, ya que debido al sol, el calor y la humedad, puede sufrir severas lesiones como quemaduras solares, manchas inesperadas, arrugas y rojeces.
En verano, las constantes visitas a la playa o incluso la exposición diaria a los rayos solares y al calor pueden perjudicar nuestra dermis, por ello y para prevenir estas afecciones, es importante que prestes una atención muy especial a tu piel durante toda la época estival. A continuación, te contamos todo lo que debes conocer acerca de los cuidados de la piel en verano.
Exfolia tu piel
Las células muertas se extienden sobre la superficie de la piel volviéndola áspera y seca. Es por ello que una de las reglas básicas para el cuidado de la piel es la exfoliación. Al exfoliar la piel eliminas las células muertas, permitiendo que la piel luzca más joven y radiante.
Además, también consigues que las células se regeneren rápidamente, previniendo así el envejecimiento. Durante el verano se recomienda exfoliar la piel una vez a la semana con un exfoliante suave, para mantener la piel renovada en todo momento.
Aplica crema hidratante en la cara y el cuerpo
Aunque durante el verano no sientas el efecto de tirantez en la piel (muy típico en invierno a causa de la sequedad), igualmente se recomienda hidratar la piel durante esta época. La realidad es que la exposición prolongada al sol puede deshidratar la piel y provocar que se activen las glándulas sebáceas, ocasionando como consecuencia brotes en la piel. Para prevenir esto, es importante que la hidrates tanto por la mañana como por la noche con una crema ligera.
No olvides el protector solar, ¡incluso en los días nublados!
No importa dónde te encuentres, si en el mar o la montaña, no te olvides de utilizar todos los días protección solar (preferiblemente con una protección igual o superior a SPF 30). Las largas horas de exposición al sol pueden provocar quemaduras e insolaciones, ocasionando sequedad e incluso envejecimiento de la piel. Por ello, es importante que apliques cada 2 horas protección sobre las zonas más expuestas al sol, incluso durante los días nublados.
Bebe mucha agua y consume vitamina C
Tomar agua siempre es necesario, pero lo es aún más durante el verano. Una de las claves para mantener una piel limpia y saludable es no olvidar la importancia del agua durante esta época del año, y si además combinas la hidratación con una dieta rica en vitamina C, ¡lograrás una piel estupenda!
La vitamina C genera colágeno y revitaliza las funciones de las células para evitar el envejecimiento prematuro. Si consumes alimentos que contengan esta vitamina, tales como la naranja, las bayas rojas, el limón, el kiwi y el pimiento rojo, tu piel estará más protegida de los efectos nocivos del sol.
Pon en práctica nuestras recomendaciones y disfruta de un verano sin preocupaciones.