Las barbacoas pueden ser una actividad al aire libre genial para divertirse junto a la familia y los amigos. Normalmente las barbacoas suelen ser de carne, pero te proponemos que seas más atrevido y la hagas de pescado y marisco, una opción más ligera, original y apetecible cuando hace calor.
El principal motivo por el que la barbacoa de pescado no es muy popular es el temor a que el pescado se rompa o se desmigaje sobre la rejilla. ¡A continuación tienes algunos trucos e ideas para que triunfes en tu próxima barbacoa de pescado!
Las divertidas brochetas de pescado
Las brochetas o la espetada (plato típico en Málaga) son una forma estupenda de cocer pescados o mariscos de cocción rápida como las gambas, el rape o las sardinas. La brocheta permite sujetar el pescado más pequeño, que podría caerse entre los hierros de una parrilla, además de voltearlo para la correcta cocción. Una vez saques las brochetas de gambas, de sepia u otro pescado de la parrilla, solo te quedará echar sal y un chorrito de aceite de oliva.
Parrillada de pescado y marisco con salsa de lima
¿Vas a organizar un evento con familia o amigos? Piensa en una gran parrillada de pescado y marisco con una deliciosa salsa de lima. Los chefs de La Sirena te explican cómo preparar esta original receta con todos los beneficios del pescado, el marisco y el jugo de lima. La lima es baja en calorías, ayuda a la digestión, es rica en vitamina C y en minerales como el potasio, el cobre, el calcio, el hierro y el fósforo.
Salmón a la parrilla
El pescado puede ser muy delicado si lo cueces en la parrilla. Por eso, es un truco muy utilizado untarlo con aceite y envolverlo con papel de aluminio. Esto te permitirá darle la vuelta sin que se rompa o se pegue a la parrilla. En el caso de pescados de carne más firme, como el salmón, puedes simplemente untarlo de aceite y colocarlo en la parrilla.
¿Mariscos en la barbacoa?
Has oído bien. También podemos incluir mariscos como las almejas, los mejillones, los berberechos o las navajas a nuestra barbacoa de pescado. Para ello, solo tendrás que asegurarte de que has dejado en remojo las piezas que necesiten soltar la posible arena. Colócalas encima de la rejilla de la barbacoa y cuece el marisco en su propio jugo. ¡Saborearéis el intenso gusto de mar y barbacoa!