De diciembre a marzo solemos vivir los meses más fríos del año. Las bajas temperaturas, el viento, la lluvia e incluso la nieve ponen a prueba las defensas de nuestro cuerpo. Durante estos meses es muy común sufrir resfriados, por eso es tan importante seguir una dieta sana y equilibrada, que reforzará nuestro organismo protegiéndonos contra todo tipo de enfermedades. En el caso de las verduras, algunas están especialmente recomendadas para esta época del año.
Cebolla
La cebolla es uno de los ingredientes más comunes en la dieta mediterránea. Se trata de un alimento rico en compuestos azufrados, que son los responsables de su fuerte olor y sabor. Tiene propiedades muy beneficiosas, ya que fortalece las defensas del organismo, produciendo glóbulos rojos y blancos.
También aporta propiedades bacterianas y fungicidas que ayudan a eliminar virus y evitar su desarrollo, por lo que se trata de una gran aliada contra el resfriado. Además, la cebolla también ayuda a combatir el cáncer, eliminar líquidos, favorecer el correcto desarrollo de la digestión o proteger al corazón.
Zanahoria
Otro de los alimentos más poderosos a la hora de combatir el frío es la zanahoria. Se puede consumir de diversas formas: cruda, cocida, salteada, etc. Aunque la zanahoria es muy conocida por sus propiedades beneficiosas para la vista, también resulta muy efectiva a la hora de proteger al organismo de gripes y resfriados.
Contiene vitamina A y carotenoides, potasio, fósforo, magnesio, yodo o calcio y, además de proteger al organismo frente al frío, cuida de la salud de la piel, gracias a su alto contenido en vitamina A, B y C, y propicia el buen funcionamiento del sistema digestivo, gracias a su contenido en agua y fibra.
Brécol
El brécol o brócoli es un alimento muy común y su consumo ha aumentado significativamente en los últimos años por sus múltiples beneficios para la salud. Gracias a su alto contenido en vitamina C protege el sistema inmunológico y es un gran aliado para combatir las gripes y los resfriados.
Además, previene el cáncer, gracias a su contenido en vitamina A, C y E, aminoácidos, zinc y potasio; y protege al corazón, eliminando el colesterol malo. Su composición también ayuda a eliminar toxinas, los radicales libres y el ácido úrico, protege los huesos, cuida la salud ocular, previene el envejecimiento de la piel y favorece el correcto desarrollo de la digestión, evitando el estreñimiento gracias a su alto contenido en fibra.
Las verduras congeladas son una pieza clave en la nutrición de las personas, y con el objetivo de fomentar su consumo y concienciar a la sociedad sobre la necesidad de incorporar estos alimentos en la dieta diaria como hábito de vida saludable, la Asociación Española de Fabricantes de Vegetales Congelados, ASEVEC, tiene en marcha un espacio en Internet que permite conocer con profundidad y rigor el mundo de las verduras ultracongeladas.
En la página web se puede ver desde el proceso de fabricación de las verduras congeladas, las zonas españolas donde se recogen las diferentes variedades, consejos de salud y hasta su mejor tratamiento y uso en la cocina para elaborar deliciosos platos.