A veces no es fácil saber distribuirse el tiempo entre las distintas actividades diarias. Pero debes tener en cuenta que saber desconectar del trabajo y organizarse correctamente el tiempo es indispensable para una buena salud física y mental. Encontrarse a gusto en cada momento, liberarse del estrés y alejar la insatisfacción son claves para la felicidad. Y es que al final, todo se reduce a saber encontrar el equilibrio. ¡Te explicamos cómo!
Haz cada día algo que aprecies
Leer un libro, cocinar, cantar, ver una película, quedar con amigos… cualquier actividad puede ser una de tus preferidas. Una de las formas de acabar con la rutina y el estrés es hacer cada día algo que aprecies. Es algo muy beneficioso para recuperar el equilibro y sentirte bien.
Construye fronteras
Tienes que aprender a delimitar el tiempo que dedicas a cada actividad. De eso se trata el equilibrio, de distribuir adecuadamente. Tienes que hacerlo según tus preferencias y estilo de vida. Se trata de desconectar de una actividad a otra. El móvil y las nuevas tecnologías permiten estar conectados todo el día al trabajo, al correo electrónico, a los amigos, a la familia… Pero no deberías estar siempre pendiente de todo. Hay tiempo para cada cosa; si siempre estás disponible para todos tendrás la sensación de que siempre estás trabajando y te puede acabar agotando. Por ello, te recomendamos que elabores tus propias reglas de juego. Un ejemplo sencillo sería prohibirte contestar correos de trabajo fuera de las horas laborales.
Identifica y comunica tus necesidades
¿Qué necesitas? Sé consciente de ello reflexionando sobre lo que te permite estar en equilibrio. Puede que te estés callando cosas que podrían dar un vuelco a tu día a día si puedes cambiarlas. Así, por ejemplo, quizás necesitas salir antes del trabajo un día o salir una vez por semana con tus amigos. Si es así, asegúrate de hablar con tu jefe o tus familiares, que deberían entender tu punto de vista y ayudarte.
Sé consciente de la urgencia de cada cosa
Pocas son las cosas que son de vida o muerte. En la sociedad actual, en la que todo es inmediatez, es normal que te sientas con prisa las 24 horas del día. Sin embargo, debes recordar que hay pocas cosas tan importantes como para que actúes inmediatamente y con la máxima concentración. Si sientes que reaccionas con urgencia ante varias actividades que rigen tu día, párate a reflexionar y piensa en los últimos cinco años. Recuerda todas aquellas cosas que te han preocupado de la misma forma para darte cuenta de que ni siquiera importan ya.
Ahora ya solo tendrás que poner en práctica estos consejos y rendir al máximo tanto en el trabajo como en las actividades que realizas en tu tiempo libre. ¡Siéntete en equilibrio contigo mismo!